Resumen: |
Hay selvas-isla, selvas-montaña y selvas-trampolín. En cada selva, claro, hay un lobo. También hay un alce y un caribú. El lobo se pasa los días corriendo tras ellos, hasta que los alcanza y se los come. Entonces busca otra selva. En esta selva no había lobo ni alce ni caribú, pero tenía un árbol en lo alto de una colina. Un árbol que no era como los demás: hablaba. No se le entendía nada, pero hablaba. —Nunca había visto un árbol tan poco árbol –dijo el lobo.
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