Resumen: |
Si hay un momento en el que la lectura se encuentra a debate es el actual. Los rápidos cambios que las prácticas lectoras están viviendo en estos tiempos con una multiplicidad de formatos de lectura diferentes (internet, medios sociales, ebooks, chats, blogs, etc.), y la variedad de textos que los niños tienen a su alrededor, obliga a la escuela y a aquellos que intervienen en la difusión de la lectura a hacer una reflexión sobre sus costumbres pedagógicas. La lectura de libros informativos se perfila como una herramienta capaz de crear lectores competentes. Frente a una lectura pasiva, que busca la evasión y permite la identificación con sus personajes, se encuentra la necesidad de formar a un lector activo, capaz de enfrentarse a un texto sobre conceptos abstractos, que sepa buscar y encontrar lo que necesita, con curiosidad y capacidad para relacionar ideas, discutir sus puntos de vista y escuchar opiniones diferentes.
Fruto de muchos años de lecturas e investigación sobre los libros informativos para niños, en este libro se ofrecen recursos para que los mediadores puedan valorar la producción existente y abrir nuevas perspectivas de trabajo. Maestros y docentes, bibliotecarios, padres y adultos en general encontrarán pautas para incorporar estos libros a su quehacer cotidiano, así como pistas para reconocer la calidad de los libros informativos. La autora analiza qué son y cómo funcionan los libros informativos dando numerosos ejemplos y ofrece ideas para incorporar materiales nuevos en las rutinas. La lectura de libros de no ficción puede ser una lectura tan apasionante y sugerente como una buena novela, mientras invitan a una reflexión sobre el mundo que les rodea. |